lunes, 3 de septiembre de 2007

homenaje a la infancia (caca, culo, pedo,pis)


¿Cuántas veces os habeis enredado en una de esas conversaciones acerca de recuerdos de la infancia?...Conversaciones en las que salen a relucir juegos infantiles, miedos, descubrimientos...Yo, siempre he dicho que los niños de antes nos entreteníamos con cualquier cosa, unas canicas, unas chapas, con una sábana...Aún me acuerdo de la cantidad de canicas que tenía (la mayoría de ellas heredadas) que luego las cambiaba en el cole. La ilusión que te hacía mover el sofá y encontrar alguna, o entre los cojines...Yo, incluso, en un afán por defender lo que es mio...o más bien por ese afán de experimentar (las tardes se hacían muuuuuuy largas), quise esconder una...y... me la tragué!!...Al
menos fui lista y me tragué la más llamativa: la amarilla..Así que, viendo que mi canica bajaba por mi esófago y no iba a rebotar...temí que la había liado...Después de visitar urgencias: "Mi hija, que se ha tragado una canica", y el médico: "Pues menos mal que no le dio por tragarse el canicón"...todo se iba a solucionar...cuando hiciera caca...Oye me sentí como en Gran Hermano; totalmente observada en la complicada tarea de hacer "mis cosas" en un orinal y
luego mirar para comprobar que hubiera algo amarillo -la canica, no lo olvidemos-...El parto fue bien, sin apenas dolores...La canica dejó de ser mi preferida, suerte que la conseguí cambiar a otra niña....

Lo curioso (lo mio es tropezarme dos veces con la misma piedra) es que posteriormente, una de esas tardes eternas me dio por meterme un piñón en la nariz....Que tú piensas "Y que coño hacía yo metiéndome un piñón por la nariz....??".. Menos mal que, con un par de estornudos salió solo -y me lo pude comer- porque si no el médico de urgencias me iba a diagnosticar un grave "síndrome introspectivo " (to pa´dentro, to pa´dentro)...

No todo mi tiempo lo pasaba metiéndome cosas por la nariz (o sacándomelas), también pasaba tardes enteras jugando en la calle (que por aquel entonces aún se podía)...La bici era lo que más me gustaba aunque de vez en cuando, cuando las heridas en la rodilla no me lo permitían, cambiaba de vehículo...Al pie de mi casa había una cuesta, la cual terminaba en 4 escaleras muy mal acondicionadas...La primera vez fue con triciclo...quiero decir; la primera vez que bajé la cuesta... y las escaleras...El triciclo -parece que tengo la china yo- se me partió en dos así que lo siguiente fue un patinete de tres ruedas, que no veais cómo bajaba....Luego vino el "Sancheski" (el monopatín de toda la vida) pero con ese bajaba sentada y posteriormente el más dificil todavía; ataba una cuerda del patinete al "sancheski" yo iba en el patinete y mi primo, compañero de juegos, bajaba en el monopatín....Imaginarse el resultado...Aún no sé el motivo de esa tendencia suicida....

También me divertía en casa, recuerdo cuando un día me escondí y toda mi familia buscándome y yo escondida debajo de la cuna....o cuando me empeñé por la cocina....Que me daba a mi por sorprender a mis padres cuando venían de trabajar con algún postre hecho por mi...Me daba por hacer galletas duras, caramelo e incluso arroz con leche...Imaginarse: aquello era leche con azucar y un mendrugo de arroz semicocido que cuando conseguías tragarlo, caía como una bola de cemento, menos mal que mis catadores habituales venían con hambre....Aunque haciendo referencia a la comida era peor lo de la sopa que alguna vez nos hacía mi hermana...Eso sí que era cemento armado!!!, aquello era un kilo de fideos con un poco de agua...(je, je). 

Y es que, después de todo, he de confesar que soy la pequeña, que sin duda tiene sus ventajas pero vamos....lo que me han tomado el pelo a mi....Aún recuerdo cuando me llevaban a pasear por una zona (un Paseo) albolado y lleno de casas y chalets y me hacían creer que una de esas casas era.... "La casa de Blancanieves"!!!...Oye que me pasé toda mi infancia buscando al coño enanito que mis hermanas siempre veían tras algún árbol y yo jamás logré descubrir....Recuerdo también esa vez que, apunto de salir de viaje, angustiada ya por el mareo que me esperaba y no dejándome cortar las uñas me dijeron "Venga, déjate cortar las uñas que si te cortas las uñas no te mareas" (...) -qué inocente era-.....Otro tema eran esos viajes familiares. Esos viajes interminables que empezaban a las 10 de la mañana y terminaban a las 8 de la tarde....No sé si lo he dicho pero somos familia numerosa....Lo del chiste de cómo caben 100 elefantes en un 600...Ni somos 100, ni era un 600 ni somos elefantes pero...Había que pensar cómo sentarse porque como los asientos del coche eran de skay rojo, y era verano, así como te pusieras ya no podías moverte ya que te quedabas totalmente pegado, eso por no hablar de la sensación de sentarse cuando el coche había estado al sol.....uf. Así que íbamos metidos en la parte de atrás, turnándonos para apoyar la espalda en el respaldo, eso cuando no asomaba la Guardia Civil en el horizonte y la menda iba al suelo....Claro, luego con tanto niño y tanta curva venían los mareos -apesar de haberme cortado las uñas-, cuando no era una era otra así que nos pasabamos la mitad del viaje en la cuneta, eso por no contar la cantidad de veces que fue mi madre con alguna de nosotras andando para que se nos pasara, y el coche detrás....

En fin, que para recuerdos éstos y muchos más que me guardo. Aprendí (y me sirvió para la adolescencia) a no meterme nada por la nariz, mi instinto suicida se fue calmando. Las escaleras al final de la cuesta; las asfaltaron. Jamás volví a hacer arroz con leche y la casa de Blancanieves la tiraron y construyeron una urbanización privada....Eso sí...aún me sigo cortando las uñas antes de un viaje..para por si acaso...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jo, que bueno...me has hecho recordar tantas cosas de nuestra infancia. Y te quejas, pero yo me acuerdo cuando íbamos las cuatro atrás con el cochecito tuyo encima, que tampoco nos importaba, porque nos pasábamos todo el rato haciéndote tonterías...y mamá contigo o con M. delante, encima. Cuando aquello, ni cinturones ni na...pero claro papé era tan tranquilo conduciendo, jeje. Oye, la sopa tipo cemento no irá por mí, ¿verdad?. Ja, y lo de la cuesta, vaya piñazos que también me pegué yo por allí con los patines...Gracias por recordarnos esos buenos momentos, nena. Un besazo. Ya sabes quien soy....
29 septiembre 23:25

Anónimo dijo...

si, era una clara alusión a ti...je je...qué arcadas.!!.la verdad es que había mucho para contar, pero no es cuestión de contar nuestra vida...
30 septiembre 13:39

Anónimo dijo...

pues lo de meterse cosas en la nariz debe ser genetico, pues yo fui primero. no se si te lo habran contado pero me meti un trozo de una planta de mama (muy exotica) q era tamaño de una bolita y no me la podia sacar. se lo dije a mama y me acuerdo q me cogio y salio corriendo (en zapatillas y todo) a llevarme al h. el pilar. yo de la verguenza de verla en la calle en zapatillas, de la emocion se me callo x el camino, pero no dije nada (estaba mama tan apurada). recuerdo al medico poniendome un espejo x de debajo y didicendo a mama "pues señora la niña no tiene nada" ¿se te ha salido bonita? menos mal q era muy pequeña...
02 octubre 22:23

Anónimo dijo...

ja ja ja ja ja....para una vez que decides publicar algo y cuentas esto......Van a pensar que menuda afición teníamos todas...ja ja ja...Ves, ya tienes una anécdona para un "tierra,trágame"
02 octubre 22:50

Anónimo dijo...

Que recuerdos, esos de la infancia, yo tb tuve un sanchesky, naranja... vaya las diabluras q haciamos de niños.

04 octubre 22:07