Hay momentos en la vida en que sólo tú tienes la última respuesta: o “pa´lante” o “pa´tras”. Y esta fue una de ellas… Tenía una cita pendiente desde hace tiempo, una cita ineludible que llevaba retrasando: “El dentista”. Cualquier excusa era buena; que si hacia mal tiempo, que si la devaluación del dólar…Pero llegó el día que, plantada frente al móvil, me dije “el momento ha llegado” y….llamé. (al susodicho dentista, se sobreentiende.
Pedí cita para cuatro días más tarde, días de los cuales poco puedo decir ya que mi cabeza no hacía más que imaginarse la situación….Al final llegué a una conclusión: nunca he visto una esquela de alguien que haya muerto por una extracción de muelas así que…se superará, ¿no?. Llegó el día, día que para mi marcaba un antes y un después, me quitarían algo mío, de mis entrañas. Mis muelas del juicio. Me quitarían el juicio por completo….
Entré en la consulta y me tumbé en la camilla esa anatómica, aunque dada la rigidez de mi cuerpo (que presentía el susto) casi se tuvieron que sentar encima para que mi cadera se doblara. He de decir que era la primera vez que me sometía a algo más serio que una limpieza de boca, así que lo que sentía no era sino el miedo a lo desconocido. Abrir la boca, lo que se dice abrirla no me costó, ya que un apuesto dentista tupé al alza y parapetado tras una máscara transparente anti-babas, me dejó, literalmente con la boca abierta. Una pena que nuestra relación, más tarde y tenazas en mano (él, no yo –y no por ganas-) se desvirtuara. Aunque claro, en esa posición, con un aspirador colgándote del labio y sacándote las babas…como que es imposible usar tus armas de seducción…
Tal como había planeado le dije “¿te importa que me ponga música?” y así lo hice. Empezaba la…”Operación Juicio”. Primer pinchado “Aaaaaaah”…Me acordé de todo el mundo, me hirvió la sangre, me mareé, volví al mundo….”¿Ya está doctor? ¿Ya está? ¿Ya ha acabado todo?”. “No, me dijo, eso era solo la anestesia”…. Me dejaron sola un buen rato mientras notaba un cosquilleo que iba insensibilizando mi lengua…Era gradual, notaba como se esparcía (no la lengua, sino la sensación de hormigueo), cómo descontrolaba lo que pasaba en mi boca, cómo aparecían pajaritos de colores, y salía un arcoíris de la lámpara esa que me alumbraba y de pronto vi un burro volando al tiempo que Juan Luis Guerra me cantaba “frío, frío, como el agua del río, o caliente, como agua de la fuente”….(metáfora de la baba que descontroladamente caía….). Miré el móvil: 12% de batería “Cagoenla, se me acabará justo cuando empiecen a trabajar, verás”…Al rato otro pinchacito en el otro lado……”mmmmmmm….mooooolaaaa”.
Estaba en mi particular paraíso tumbada sobre mi hamaca a la que mi cuerpo se había ya adaptado, con el foco alumbrándome cual sol, la música sonando y un cosquilleo…..un cosquilleo… De repente abrí un ojo y… “dioz, ya eztan aquí”, se me cortó el rollo de un plumazo, el burro se estampó contra la pared, Juan Luis dejó de cantar, el sol se convirtió en luz blanca….”Miezda”. “Abre la boca”…(eso marcó el principio del fin). Al instante dos cabezas luchaban por hacerse hueco en primer plano de mi boca. Antes de empezar comentó “¿Aprovechamos para empastar ya que tienes anestesia?” y yo pensando….(dale, que no me pillas en otra de éstas en mi vida, monin)…"Zi, dale, empazta, no hay doloz, no hay doloz no hay…….aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh”. Yo no sé para qué coño llevé música, qué ilusa, en cuanto los tornos esos pica-asfalto se encendieron, toda mi fantasía anestésica se esfumó. Y torno para arriba y torno para abajo y abre y cierra y gas y el chupa-babas ese de los coj…..Yo pensando: como siga este con el torno, me va a esculpir a Blancanieves y los siete enanitos con cada uno de mis dientes…
Después de un buen rato de ruidos y mi cara empapada de escupitinas, dijo por fin “Bueno, esto ya está”….Quise sonreír, en mi imaginación al menos creo que me salió una sonrisa de oreja a oreja aunque en la realidad no se reflejó…Sólo puede pensar “¿Yaaaaa? Ostras, qué pasada, si no era para tanto!! Me lo imagine mucho peor!!” (eso es la versión completa, en realidad de mi boca solo salió un “¿aaaah?”. Y me dijo él…”Si, ya hemos terminado con los empastes, ahora las extracciones”….(…).”Me cago en…dhygfjsdmjsdgmsgsg”. Mi mandíbula ya no daba para mucho más, tampoco tenía ya fuerza para sostenerla abierta así que me dijo “Bueno, yo creo que te quito dos, que ya has tenido mucho por hoy…” y ahí fue donde yo me hice fuerte, agarré el toro por los cuernos, el burro que volaba por el pescuezo, los pájaros que andaban por ahí por las orejas, me monté en el jodío arcoíris que cegaba ya mis ojos y le dije “No, doztor, arraze con todo, quíteme laz cuatro y zi ve alguna otra que ze ha quedado pod ahí rezagada, también, todo afueda….A tomaz pod culo”. Y empezó todo…
En realidad la tecnología tampoco está tan avanzada en ese aspecto, no hay ningún aparato que te corte la encía y salga la muela cual pus de grano….apretando un poquito…No. EL sistema viene siendo el mismo de las películas: agarrar la muela con unos alicates y arrancarrrrrr….. Doler, lo que se dice doler, no duele ahora, no me desmontó la mandíbula de puro churro… Yo, que encima todo lo hago a lo grande, no pude tener una muela pequeñita y mona…no…La primera muela que me arrancó era doble, era gemelar…Tócate los…..no si claro la tía se empezó a abrir camino en mi encía y apiño a mis pobres dientecitos….
Parí la primera y ahí la vi: grande, fea, con una raíz roja….tan mía…. “A por la segunda” y no es un sevillana. Mi mandíbula se resistía pero yo ya no era responsable de ella, hubiera querido comunicar a la enfermera “aguántamela tú, (la mandíbuda,digo)”, pero no podía. Mi lengua estaba en pleno viaje hacia el más allá. Fue con la segunda muela que mi boca se cerraba. El dentista sólo decía “Ábremela, ábremela” y yo pensando “Zo mamón que no me da maz de ziiiii”. Conclusión; entre que no había sitio y que no podía meter la mano, la segunda muela se rompió….Hubo ahí un momento de tensión. Yo sólo pensaba “pues ponezme un goma desde la mandíbuda enganchada a loz piez, joe”, y él, “Si no la abres más, no te la puedo sacar y ya se ha partido…”. La jodía muela se rompió otra vez más, yo me imaginé como cuando abres una botella de vino y se rompe el corcho y te la juegas al último cachito….O lo agarras bien (el corcho) o….pa´dentro.
Último intento….Que la muela saldría, estaba claro pero por un momento pensé que también saldrían con ellas los molares, premolares, incisivos y colmillos…..La madre que lo parió….”Pedo no me hagaz palanca en los demaz dientes, zo jodío”. Segundo parto….la segunda criatura ya no me la enseñó. A por la tercera….aquello era la fiesta del agua, entre babas que subían, otras que bajaban, él que sudaba la gota gorda y yo que ya no veía al burro. La tercera llegó. Parto menos doloroso, de una pieza, otra más para el bote y si mis cálculos no me fallaban….solo quedaba una….Cuatrillizos!!!....
Por fin, la tortura acabó o……..¿empezaba ahora?...Definitivamente, esto no había acabado ahí. Me levanté, y yo quería ir al baño, mi mente decía “por favor, ¿el servicio?” pero las palabras no salían de mi boca, no lograba a articular palabra, salía algo así parecido a ….un rebuzno….”¿zezvicio?”…Ahí supe lo que era hacerse entender a través de….señas….Entré al baño con la necesidad de comprobar el estado de mi boca, no sabía si la tenía aún abierta o si me la habían dejado cerrada, no sabía si estaba sonriendo o….no sentía nada. Mirándome al espejo comprobé que la tenía cerrada. Desde ese momento agudicé mi sensibilidad; entendí que si de repente notaba una corriente de aire entre los dientes es que se me había descolgado la mandíbula…La cerraba con la mano y punto….
Y vino la segunda tortura: la factura…Me senté junto al burro, que no me dejó sola un solo momento, con mi arcoíris metido en el bolsillo y los pajarillos dándome vueltas a la cabeza y va la tía y me dice….Así de repente, sin anestesia ni ná….(ah sí, que esa ya me la echó antes),”te hemos hecho 9 empastes, además de las extracciones”…..”PEEEEEEEZZZZZDON?????!!!!!!!” (Me miró asustada pensando que la había llamado “pendón”)….”¿¿Nueve empaztezz??...-pensé- pero si no hay tanta muela para eso…..Éste se ha vengado de mí….Ha dicho: “¿¿Todas de un golpe??...Pues te vas a cagar ahora”…. Pero eso sólo fue un principio, lo siguiente fue experimentar lo que es vivir sin poder hablar, o emitiendo gruñidos extraños que el resto de los mortales no entendían y controlar, de vez en cuando en un espejo o un cristal, cómo tenia la boca, si se me había quedado abierta o no…ya que no lo notaba. De repente una imagen se me vino a la cabeza, intentando comunicarme me escuchaba igual que el personaje éste que hacía de gangoso en las películas españolas de los años 60. Ese que ponían de gancho –de tontito- para el “timo de la estampita”…Pues hablaba o gruñía igual…Vamos, que de esa guisa tuve que ir a mi Centro de Salud a que me pusieran una inyección de antibiótico y casi me echan diciéndome que ahí no daban metadona….
A partir de ahí, solo quedaba descanso, antibióticos, helados y ….purés…muuuchos purés…Y una sensación extraña de heroicismo al pensar “!lo conseguí!” mientras sostenía dos bolsas de guisantes congelados con un pañuelo alrededor de mi cabeza…..”No hay doloz, no hay doloz”.
Pedí cita para cuatro días más tarde, días de los cuales poco puedo decir ya que mi cabeza no hacía más que imaginarse la situación….Al final llegué a una conclusión: nunca he visto una esquela de alguien que haya muerto por una extracción de muelas así que…se superará, ¿no?. Llegó el día, día que para mi marcaba un antes y un después, me quitarían algo mío, de mis entrañas. Mis muelas del juicio. Me quitarían el juicio por completo….
Entré en la consulta y me tumbé en la camilla esa anatómica, aunque dada la rigidez de mi cuerpo (que presentía el susto) casi se tuvieron que sentar encima para que mi cadera se doblara. He de decir que era la primera vez que me sometía a algo más serio que una limpieza de boca, así que lo que sentía no era sino el miedo a lo desconocido. Abrir la boca, lo que se dice abrirla no me costó, ya que un apuesto dentista tupé al alza y parapetado tras una máscara transparente anti-babas, me dejó, literalmente con la boca abierta. Una pena que nuestra relación, más tarde y tenazas en mano (él, no yo –y no por ganas-) se desvirtuara. Aunque claro, en esa posición, con un aspirador colgándote del labio y sacándote las babas…como que es imposible usar tus armas de seducción…
Tal como había planeado le dije “¿te importa que me ponga música?” y así lo hice. Empezaba la…”Operación Juicio”. Primer pinchado “Aaaaaaah”…Me acordé de todo el mundo, me hirvió la sangre, me mareé, volví al mundo….”¿Ya está doctor? ¿Ya está? ¿Ya ha acabado todo?”. “No, me dijo, eso era solo la anestesia”…. Me dejaron sola un buen rato mientras notaba un cosquilleo que iba insensibilizando mi lengua…Era gradual, notaba como se esparcía (no la lengua, sino la sensación de hormigueo), cómo descontrolaba lo que pasaba en mi boca, cómo aparecían pajaritos de colores, y salía un arcoíris de la lámpara esa que me alumbraba y de pronto vi un burro volando al tiempo que Juan Luis Guerra me cantaba “frío, frío, como el agua del río, o caliente, como agua de la fuente”….(metáfora de la baba que descontroladamente caía….). Miré el móvil: 12% de batería “Cagoenla, se me acabará justo cuando empiecen a trabajar, verás”…Al rato otro pinchacito en el otro lado……”mmmmmmm….mooooolaaaa”.
Estaba en mi particular paraíso tumbada sobre mi hamaca a la que mi cuerpo se había ya adaptado, con el foco alumbrándome cual sol, la música sonando y un cosquilleo…..un cosquilleo… De repente abrí un ojo y… “dioz, ya eztan aquí”, se me cortó el rollo de un plumazo, el burro se estampó contra la pared, Juan Luis dejó de cantar, el sol se convirtió en luz blanca….”Miezda”. “Abre la boca”…(eso marcó el principio del fin). Al instante dos cabezas luchaban por hacerse hueco en primer plano de mi boca. Antes de empezar comentó “¿Aprovechamos para empastar ya que tienes anestesia?” y yo pensando….(dale, que no me pillas en otra de éstas en mi vida, monin)…"Zi, dale, empazta, no hay doloz, no hay doloz no hay…….aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh”. Yo no sé para qué coño llevé música, qué ilusa, en cuanto los tornos esos pica-asfalto se encendieron, toda mi fantasía anestésica se esfumó. Y torno para arriba y torno para abajo y abre y cierra y gas y el chupa-babas ese de los coj…..Yo pensando: como siga este con el torno, me va a esculpir a Blancanieves y los siete enanitos con cada uno de mis dientes…
Después de un buen rato de ruidos y mi cara empapada de escupitinas, dijo por fin “Bueno, esto ya está”….Quise sonreír, en mi imaginación al menos creo que me salió una sonrisa de oreja a oreja aunque en la realidad no se reflejó…Sólo puede pensar “¿Yaaaaa? Ostras, qué pasada, si no era para tanto!! Me lo imagine mucho peor!!” (eso es la versión completa, en realidad de mi boca solo salió un “¿aaaah?”. Y me dijo él…”Si, ya hemos terminado con los empastes, ahora las extracciones”….(…).”Me cago en…dhygfjsdmjsdgmsgsg”. Mi mandíbula ya no daba para mucho más, tampoco tenía ya fuerza para sostenerla abierta así que me dijo “Bueno, yo creo que te quito dos, que ya has tenido mucho por hoy…” y ahí fue donde yo me hice fuerte, agarré el toro por los cuernos, el burro que volaba por el pescuezo, los pájaros que andaban por ahí por las orejas, me monté en el jodío arcoíris que cegaba ya mis ojos y le dije “No, doztor, arraze con todo, quíteme laz cuatro y zi ve alguna otra que ze ha quedado pod ahí rezagada, también, todo afueda….A tomaz pod culo”. Y empezó todo…
En realidad la tecnología tampoco está tan avanzada en ese aspecto, no hay ningún aparato que te corte la encía y salga la muela cual pus de grano….apretando un poquito…No. EL sistema viene siendo el mismo de las películas: agarrar la muela con unos alicates y arrancarrrrrr….. Doler, lo que se dice doler, no duele ahora, no me desmontó la mandíbula de puro churro… Yo, que encima todo lo hago a lo grande, no pude tener una muela pequeñita y mona…no…La primera muela que me arrancó era doble, era gemelar…Tócate los…..no si claro la tía se empezó a abrir camino en mi encía y apiño a mis pobres dientecitos….
Parí la primera y ahí la vi: grande, fea, con una raíz roja….tan mía…. “A por la segunda” y no es un sevillana. Mi mandíbula se resistía pero yo ya no era responsable de ella, hubiera querido comunicar a la enfermera “aguántamela tú, (la mandíbuda,digo)”, pero no podía. Mi lengua estaba en pleno viaje hacia el más allá. Fue con la segunda muela que mi boca se cerraba. El dentista sólo decía “Ábremela, ábremela” y yo pensando “Zo mamón que no me da maz de ziiiii”. Conclusión; entre que no había sitio y que no podía meter la mano, la segunda muela se rompió….Hubo ahí un momento de tensión. Yo sólo pensaba “pues ponezme un goma desde la mandíbuda enganchada a loz piez, joe”, y él, “Si no la abres más, no te la puedo sacar y ya se ha partido…”. La jodía muela se rompió otra vez más, yo me imaginé como cuando abres una botella de vino y se rompe el corcho y te la juegas al último cachito….O lo agarras bien (el corcho) o….pa´dentro.
Último intento….Que la muela saldría, estaba claro pero por un momento pensé que también saldrían con ellas los molares, premolares, incisivos y colmillos…..La madre que lo parió….”Pedo no me hagaz palanca en los demaz dientes, zo jodío”. Segundo parto….la segunda criatura ya no me la enseñó. A por la tercera….aquello era la fiesta del agua, entre babas que subían, otras que bajaban, él que sudaba la gota gorda y yo que ya no veía al burro. La tercera llegó. Parto menos doloroso, de una pieza, otra más para el bote y si mis cálculos no me fallaban….solo quedaba una….Cuatrillizos!!!....
Por fin, la tortura acabó o……..¿empezaba ahora?...Definitivamente, esto no había acabado ahí. Me levanté, y yo quería ir al baño, mi mente decía “por favor, ¿el servicio?” pero las palabras no salían de mi boca, no lograba a articular palabra, salía algo así parecido a ….un rebuzno….”¿zezvicio?”…Ahí supe lo que era hacerse entender a través de….señas….Entré al baño con la necesidad de comprobar el estado de mi boca, no sabía si la tenía aún abierta o si me la habían dejado cerrada, no sabía si estaba sonriendo o….no sentía nada. Mirándome al espejo comprobé que la tenía cerrada. Desde ese momento agudicé mi sensibilidad; entendí que si de repente notaba una corriente de aire entre los dientes es que se me había descolgado la mandíbula…La cerraba con la mano y punto….
Y vino la segunda tortura: la factura…Me senté junto al burro, que no me dejó sola un solo momento, con mi arcoíris metido en el bolsillo y los pajarillos dándome vueltas a la cabeza y va la tía y me dice….Así de repente, sin anestesia ni ná….(ah sí, que esa ya me la echó antes),”te hemos hecho 9 empastes, además de las extracciones”…..”PEEEEEEEZZZZZDON?????!!!!!!!” (Me miró asustada pensando que la había llamado “pendón”)….”¿¿Nueve empaztezz??...-pensé- pero si no hay tanta muela para eso…..Éste se ha vengado de mí….Ha dicho: “¿¿Todas de un golpe??...Pues te vas a cagar ahora”…. Pero eso sólo fue un principio, lo siguiente fue experimentar lo que es vivir sin poder hablar, o emitiendo gruñidos extraños que el resto de los mortales no entendían y controlar, de vez en cuando en un espejo o un cristal, cómo tenia la boca, si se me había quedado abierta o no…ya que no lo notaba. De repente una imagen se me vino a la cabeza, intentando comunicarme me escuchaba igual que el personaje éste que hacía de gangoso en las películas españolas de los años 60. Ese que ponían de gancho –de tontito- para el “timo de la estampita”…Pues hablaba o gruñía igual…Vamos, que de esa guisa tuve que ir a mi Centro de Salud a que me pusieran una inyección de antibiótico y casi me echan diciéndome que ahí no daban metadona….
A partir de ahí, solo quedaba descanso, antibióticos, helados y ….purés…muuuchos purés…Y una sensación extraña de heroicismo al pensar “!lo conseguí!” mientras sostenía dos bolsas de guisantes congelados con un pañuelo alrededor de mi cabeza…..”No hay doloz, no hay doloz”.
8 comentarios:
Madre mía! Ni en tus mejores momentos!!!!jajajajaja! vaya par de ovarios tienes!
Aguela que recuerdos más buenos...como he hecho reír. Yo también estoy pensando hace meses en abrir el triciclo..pero nunca consigo la ...ta clave. Bueno lo dicho gracias...me has hecho reir mucho. Besos guapa. Cristina.
Gracias a ambas...la verdad es q me ha traido muy buenos recuerdos...hacia tanto!!!.
Ains
.... ya hablaremos sobre el tema-grrr...-eso sí. .. medio tren preguntándose por mis carcajadas. Besucos, también para la loca del triciclo: abre otro ;).
Jajaja, hacía tiempo que no me hacías reir tanto. Lo tuyo es la literatura y lo demás camelo
Gracias a mis fieles fans...me alegra q os guste...bss
Sé que hace mucho que no estás por estos lados, pero ordenando el Feedly (que sería un Reader más mono porque el "gugle" nos voló de un plumazo el Reader viejo y peludo, ajaja!) me encontré con tu blog.
No es que te haya olvidado Little Sister de la "pelos locos" amiga de la que anda (espero que todavía) en triciclo, sino que la vida te lleva por otros rumbos (léase Twitter, Facebook y esas cosas del demonio, ajajaja) y casi que hasta mi blog tengo medio abandonao. (Medio si lo mirás con un sólo O_jO).
Pero bueno, no sé si todavía leerás los comentarios del blog pero pasé a decirte (y pasá la voz ;) ) que todavía las recuerdo y que las extraño. :D
Mando besotes para todas! :D
La Ivy. :D
Qué recuerdos!!!
Todas las locas otra vez juntas!!!
Será la edad, que uno empieza a recordar los tiempos pasados o yo qué sé, pero volveros a leer me ha transportado a 7 años atrás cuando cada día esperaba lis desvaríos de mis locas favoritas.
Se os echa de menos
Publicar un comentario